“Nadar constantemente es mi yoga personal, me ayuda a liberar de todas las malas energías y oxigenar mi alma”
(Andrés Páez)

Actualmente, todo deporte exige mucha disciplina desde el momento en el que se empieza el mismo. En el caso de la natación, desde sus primeras patadas y brazadas, sea de niño, joven o adulto, es muy importante mantener ciertas reglas de orden disciplinario que van ayudar a superar las adversidades de este deporte.

Quiero nombrar algunas de ellas para facilitar la guía de deportistas, cualquiera sea su edad, o para padres que están en busca del deporte de preferencia de sus hijos(as).

Empecemos por la puntualidad: cada que empiezan las prácticas deportivas, se debe realizar, de preferencia, en una misma hora todas los días; esto ayudará a organizar el tiempo diario y, también, a estar tranquilo y enfocarse cien por ciento al mismo.

Tenemos la constancia: este es uno de mis favoritos, ya que entre más tiempo se dedique al deporte de preferencia, más expertos nos volveremos. En mi caso, como historia personal, en el deporte de la natación, empecé practicando 3 horas diarias de lunes a viernes; luego, en mi juventud entrenaba 6 horas por día, mismo que incluía un par de entrenamientos en las madrugadas. Ya en el ámbito profesional, lo dedicaba 8 horas por día, que incluían doble entrenamiento, en la mañana y en la tarde de lunes a sábado. Siempre he creído que la constancia supera al talento. Tuve muchos compañeros con mayor talento que el mío, pero no llegaron a ser los mejores por falta de constancia.

Para finalizar, el tercer punto es el orden: éste, como la mayoría de personas, se debe aprender desde muy temprana edad, caso contrario, de adultos se dificulta un poco más su aprendizaje. Al ser ordenado con la vida propia, se priorizan los intereses y ayuda a tener grandes resultados deportivos y personales.

Como recomendación, comienza realizando una arquitectura semanal, de todo lo que debes tener organizado referente al deporte; por ejemplo, para niños y jóvenes se debe tener en orden sus horas de desayuno, almuerzo, merienda y entre comidas, así como sus horas de hacer tareas y tiempo de descanso. Para los adultos de igual forma, pero con la única sugerencia de tener un horario de trabajo regular, así sé evitará en adquirir momentos de estrés.

Andrés Páez, Coordinador Deportivo Acuakid Club